La alúmina activada (Al2O3) es una forma de óxido de aluminio que contiene numerosos poros en forma de túnel que sirven tanto de desecante (para secar el aire) como de material filtrante para eliminar el flúor, el arsénico y el selenio de los suministros de agua potable.
Los niveles de fluoruro en el agua pueden reducirse mediante adsorción; los iones de fluoruro se adhieren a un material de alúmina y son arrastrados, lo que ayuda a reducir los niveles de fluoruro a niveles seguros, evitando así la fluorosis dental y esquelética.
Relación coste-eficacia
La alúmina activada es un desecante utilizado para purificar el agua potable. Producida por deshidratación de hidróxido de aluminio a altas temperaturas, la alúmina activada es un material poroso con una superficie expansiva que atrae y absorbe impurezas, sobre todo fluoruro, que puede dañar el organismo humano. Además, la alúmina activada puede aglutinar metales tóxicos como el plomo y el arsénico, lo que la hace adecuada para la contaminación de las aguas subterráneas, así como para ayudar a aglutinar el selenio que entra a través de los fertilizantes o la lixiviación del suelo en las fuentes de agua potable que entran a través de la lixiviación de los fertilizantes o el suelo, lo que convierte a la alúmina activada en una excelente forma de filtrar las impurezas.
Un filtro de agua de alúmina activada es una opción económica y respetuosa con el medio ambiente para las pequeñas empresas y los propietarios de viviendas, ya que no requiere ningún equipo especial. Además, no se producen residuos secundarios, lo que lo convierte en un método de tratamiento del agua respetuoso con el medio ambiente. Además, sus medios filtrantes son muy eficaces contra contaminantes nocivos como el flúor, el arsénico y el selenio -conocidos por contribuir a la osteoporosis y el cáncer-; por otra parte, absorbe cualquier contaminante de las aguas subterráneas como los ácidos húmicos y fúlvicos que puedan dañar su fuente de abastecimiento de agua, lo que hace que este tipo de tratamiento sea aún más rentable que sus homólogos.
Para garantizar el funcionamiento óptimo de sus filtros de agua de alúmina activada, es esencial que controle regularmente el agua tratada. Esto le permitirá identificar cuándo han alcanzado su capacidad y formular un programa de mantenimiento basado en los galones tratados o el tiempo de funcionamiento; o desarrollar uno adaptado a los contaminantes presentes en su suministro de agua.
La capacidad de eliminación de contaminantes de un filtro de agua de alúmina activada depende de varios factores, como el caudal y el tamaño de los poros. Para obtener resultados óptimos en la eliminación de fluoruros, debe utilizarse un filtro con un caudal óptimo (idealmente, inferior a las presiones domésticas); esto permitirá una filtración completa y mejores resultados en la eliminación de fluoruros. Además, mantener el pH entre 5,5 y 6,5 optimizará la capacidad de absorción de flúor, y sus gránulos deben limpiarse periódicamente para evitar que se obstruyan y obtener el máximo rendimiento.
Eficacia
La alúmina activada es un material muy poroso con una gran superficie, por lo que es capaz de absorber eficazmente muchos contaminantes nocivos presentes en el agua potable, como el flúor, el arsénico y el selenio. Como no produce residuos secundarios, es una opción asequible y segura para el tratamiento del agua.
Este proceso funciona haciendo pasar el agua a través de un lecho o columna lleno de partículas de alúmina activada, donde los iones de fluoruro son atraídos por sus superficies y adsorbidos en ellas, reduciendo así la concentración de fluoruro hasta el límite máximo permitido establecido por la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Además, también elimina eficazmente otras impurezas como el arsénico y el cromo.
Analizar el agua con regularidad para asegurarse de que las bolas de alúmina activada siguen funcionando eficazmente es esencial para mantener los contaminantes bajo control y tratarlos con eficacia. La frecuencia puede depender del grado de contaminación del agua, pero en términos generales debe realizarse como mínimo una vez al mes.
Hay varios métodos disponibles para analizar el agua de su zona, y cada uno ofrece ventajas e inconvenientes únicos. Los análisis químicos ofrecen datos más detallados sobre los contaminantes presentes, pero pueden dañar el equipo y dejar subproductos tóxicos. Como alternativa, un analizador de agua electrónico mide la conductividad del agua y la analiza al instante: ¡este dispositivo es fácil y asequible!
Una pregunta habitual sobre los sistemas de tratamiento de agua con alúmina activada es si añaden o no aluminio al agua tratada, lo que ha llevado a la creencia generalizada en este mito creado por vendedores de sistemas de ósmosis inversa con un motivo ulterior para vender sus propios sistemas. Aunque los filtros de alúmina activada liberan algunas trazas de aluminio, su liberación no supone ninguna amenaza para la salud humana ni entraña riesgo alguno.
Fiabilidad
La alúmina activada es una forma porosa de óxido de aluminio, capaz de unirse a contaminantes como el flúor. Además, adsorbe el arsénico y el selenio de las fuentes de agua, lo que la convierte en una excelente opción de filtrado. Sin embargo, los niveles de pH deben permanecer por debajo de 8,5 para que la alúmina activada funcione de forma óptima.
Normalmente, la alúmina se utiliza en entornos industriales y residenciales para reducir los niveles de arsénico y fluoruro en los suministros de agua. Se ha convertido en un elemento habitual para el tratamiento del agua mineral natural (NMW) con BAT por la EPA de EE.UU., siendo normalmente preacondicionada y lavada con ácido antes de ser puesta en uso; esto le permite eliminar mejor el fluoruro y el arsénico sin afectar a su rendimiento en posteriores intentos de regeneración. También permite la regeneración con soluciones cáusticas o ácidas sin perder eficacia contra la eliminación de arsénico.
Otro aspecto importante de la capacidad de eliminación de contaminantes de la alúmina es el tamaño de sus poros. Esto determina la rapidez con la que filtra el agua y absorbe los contaminantes; además, su construcción densa ayuda a evitar que obstruya el dispositivo y disminuya su capacidad de eliminación.
Un filtro de agua de alúmina activada utiliza una alúmina producida por deshidratación de hidróxido de aluminio a altas temperaturas para producir un material microporoso altamente poroso con una superficie expansiva, llena de diminutos gránulos de gránulos de alúmina que se saturan cuando el agua pasa a través de este material. Los filtros de alúmina son muy eficaces para eliminar el flúor del agua; sin embargo, es esencial vigilar de cerca su rendimiento para conseguir la máxima eficacia.
Un filtro de agua de alúmina activada suele reducir las concentraciones de fluoruro de 10 partes por millón (ppm) a menos de una parte por millón (1ppm), así como el arsénico y el selenio a niveles aceptables. Suele emplearse en sistemas de tratamiento de aguas comerciales e industriales; además, también puede emplearse para limpiar residuos tóxicos de instalaciones industriales y filtrar la escorrentía de aguas pluviales en zonas contaminadas, así como para eliminar metales nocivos como el plomo y el arsénico de las aguas subterráneas.
Seguridad
La alúmina activada es un eficaz material de filtración de agua que se utiliza para filtrar los contaminantes fluoruro, arsénico y selenio del agua potable, con unos requisitos de mantenimiento mínimos y una vida útil prolongada. La alúmina activada se diferencia de otros filtros en que no filtra los contaminantes, sino que los absorbe. Además, una instalación adecuada garantiza una eliminación óptima. Para controlar el rendimiento de la forma más eficaz posible en el tratamiento del agua potable, es fundamental que se realicen mediciones del rendimiento con distintos caudales de agua y tiempos de contacto con el material de alúmina activada.
Normalmente, la capacidad de eliminación de contaminantes de un sistema de alúmina activada depende de tres factores clave: el tamaño de sus poros, la presión del agua disponible y el tipo de contaminantes que deben eliminarse. Un filtro de alúmina activada de alta calidad tiene una amplia superficie que puede eliminar simultáneamente múltiples impurezas. La selección de una alúmina activada del tamaño adecuado aumentará aún más su eficacia de eliminación.
La alúmina activada es un medio ideal para eliminar el fluoruro, el arsénico y el selenio del agua potable; además, también puede reducir las concentraciones de hierro y manganeso en las fuentes de aguas subterráneas, mejorar la claridad en los sistemas de abastecimiento de agua, disminuir los niveles de sólidos disueltos en los suministros de aguas residuales e incluso eliminar los compuestos orgánicos volátiles presentes.
Como es importante tener en cuenta que el proceso de adsorción de un filtro de agua de alúmina activada puede liberar algunas impurezas en el agua potable tratada -como el aluminio- debido a su afinidad con algunos contaminantes como éste, antes de utilizarlo, es aconsejable realizar una prueba para detectar estas impurezas antes de beber el agua potable tratada.
Además de analizar el agua en busca de contaminantes, también es importante recordar que la alúmina activada no es biodegradable y debe manipularse con cuidado a la hora de eliminarla. Una eliminación inadecuada podría liberar toxinas nocivas en el medio ambiente, por lo que se recomienda utilizar dispositivos que reciclen la alúmina activada. Además, almacene este material en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa.